martes, 7 de diciembre de 2010

El descubrimiento de Eratóstenes

Ya algunos científicos de la antigua Grecia, como Pitágoras y Aristóteles, consideraban real la afirmación de que la Tierra era redonda, pero fue Eratóstenes (Cirene, 276 - Alejandría, 194 a.C), director de la Biblioteca de Alejandría, el primero en calcular la medida de su perímetro.

¿Cómo un hombre del siglo III a.C pudo realizar mediciones casi exactas del perímetro terrestre?

Pues bien, en este vídeo se encuentra la respuesta de la mano del magistral divulgador científico Carl Sagan.

La teoría heliocéntrica

La teoría heliocéntrica sostiene que la Tierra y los demás planetas del Sistema Solar giran alrededor del Sol. El heliocentrismo fue propuesto en la antigüedad por el griego Aristarco de Samos, quien se basó en unas ''sencillas'' medidas de la distancia entre la Tierra y el Sol, determinando un tamaño mucho mayor para el Sol que para la Tierra. Por esta razón, Aristarco propuso que era la tierra la que giraba alrededor del Sol y no a la inversa, como sostenía la teoría geocéntrica de Ptolomeo e Hiparco (explicada en otra entrada de nuestro blog), comúnmente aceptada en esa época y en los siglos siguientes, acorde con la visión antropocéntrica imperante.



Tuvo que pasar más de un milenio para que, en el siglo XVI, la teoría volviera a ser formulada, esta vez por Nicolás Copérnico, uno de los astrónomos más influyentes de la historia, con la publicación en 1543 del libro De Revolutionibus Orbium Coelestium. La diferencia fundamental entre la propuesta de Aristarco en la antigüedad y la teoría de Copérnico es que este último emplea cálculos matemáticos para sustentar su hipótesis. Precisamente a causa de esto, sus ideas marcaron el comienzo de lo que se conoce como la revolución científica. No sólo un cambio importantísimo en la astronomía, sino en las ciencias en general y particularmente en la cosmovisión de la civilización. A partir de la publicación de su libro y la refutación del sistema geocéntrico defendido por la astronomía griega, la civilización rompe con la idealización del saber incuestionable de la antigüedad y se lanza con mayor ímpetu en busca del conocimiento.

Nuestra imagen cambiante del Universo: ¿Universo Geocéntrico?

Los Griegos también escrutaron con atención el cielo nocturno. Ya en tiempos de Aristóteles, habían pasado siglos reuniendo información sobre como se desplazaban las lucecitas del cielo nocturno. Observaron que, aunque casi todos los millares de luces visibles en el cielo parecían moverse conjuntamente, cinco de ellas(sin contar la Luna) no lo hacían así. A veces se apartaban de un camino regular, retrocedían y después volvían a avanzar. Estas luces fueron denominadas planetas, que en griego significa ''vagabundos''.  Los griegos sólo conocieron  cinco planetas, que son los que se pueden observar a simple vista:Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
Aristóteles creía que la Tierra estaba en reposo y que el Sol, la Luna, los Planetas, y las estrellas se movían en círculos a su alrededor. Y lo creía porque pensaba, por motivos más bien místicos, que la Tierra estaba en el centro del universo y que el movimiento circular era el mas perfecto. En el S.II a.N.E., Ptolomeo, convirtió esta idea en un modelo completo de firmamento. Ptolomeo sentía una gran pasión por sus estudios. ''Cuando sigo a placer la apretada multitud de las estrellas en su camino circular'', escribió,''mis pies dejan de tocar el suelo''.
        En el modelo de Ptolomeo, ocho esferas rotantes rodeaban la tierra. Cada esfera era mayor que la anterior, como en un juego de muñecas rusas, y las tierra estaba en el centro de todas ellas. Lo que hubiera mas allá de la última esfera no estaba claro, pero ciertamente no formaba parte del universo observable para los hombres. Así, la esfera mas externa era considerada una especie de frontera, o de recipiente, del universo. Las estrellas ocupaban en ellas posiciones fijas, de manera que, cuando la esfera giraba, las estrellas permanecían en las mismas posiciones relativas entre sí, y giraban conjuntamente, en grupos, a través del espacio, tal como lo observamos. Las esferas interiores transportaban los planetas, pero éstos, a diferencia de lo que pasaba con las estrellas, no estaban fijados a sus propias esferas, sino que se movían respecto a ellas en pequeños círculos denominados epiciclos. Al girar las esferas planetarias, los planetas giraban a su vez respecto a ellas, de modo que sus trayectorias en relación a la Tierra resultaban muy complicadas.
De esta manera, Ptolomeo consiguió explicar porque las trayectorias observadas de los planetas son mucho mas complicadas que unos simples círculos en el cielo.
El modelo de Ptolomeo proporcionó un sistema considerablemente preciso para predecir las posiciones de los objetos celestes y además fue adoptado por la Iglesia Católica, lo que le hizo permanecer en vigor hasta que en 1514, un sacerdote polaco llamado Nicolás Copernico comenzó a denominar el Heliocentrismo.

Nuestra imagen cambiante del Universo: ¿La Tierra es Plana?

Aunque incluso en épocas tan tardías como la de Cristóbal Colón era frecuente encontrar gente que creía que la tierra era plana(también hoy encontraríamos algunas personas que lo siguen pensando),podemos situar las raíces de la astronomía moderna en los antiguos griegos.
Alrededor de 340 a.C., el filósofo griego Aristóteles escribió un libro titulado ''De Caelo'' (''Sobre el Cielo''), en el que daba buenos argumentos para creer que la tierra era una esfera y no un disco plano.
Uno de los argumentos estaba basado en los eclipses de luna. Aristóteles observó que estos eclipses se debían a que la tierra se interponía entre el sol y la luna. Cuando ello ocurría, la tierra proyectaba su sombra sobre la Luna, causando así su eclipse. Aristóteles observó que la sombra  de la tierra siempre era redonda. Esto es lo que cabría esperar si la tierra fuese una esfera.

Los griegos tenían otro argumento a favor de la esfericidad de la tierra. Si ésta fuera plana, un navío que se acercara desde el horizonte primero debería aparecer como un punto sin caracteres y, a medida que se aproximara, permitiría que fuésemos observando cada vez más detalles, como las velas y el casco. Pero no es esto lo que ocurre. Cuando un barco aparece en el horizonte, lo primero que divisamos son sus velas, y solo mas tarde podemos observar el casco. El hecho de que sus mástiles, que se elevan muy por encima del casco, sean la primera parte del barco que asoma sobre el horizonte constituye una evidencia de que la tierra es una esfera.



Barco en el horizonte